Isabella Figueroa, líder Juvenil del Sector Solidario, habla del compromiso que ha tenido el desarrollo integral desde las cooperativas en el mundo.
En el marco de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, realizada en el año 2015 y, en la búsqueda por hacerle frente a importantes desafíos globales, se aprobó la Agenda 2030, documento que daría paso a un plan de acción encaminado a fortalecer la paz, lograr el bienestar de las comunidades, proteger el planeta y erradicar la pobreza; esto a través de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan la esfera social, económica y ambiental.
Fue así como, en ese entonces, 193 países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a cumplir con una nueva hoja de ruta que determinaría el desarrollo integral de la sociedad y, para ello, la cooperación y el trabajo mancomunado, han sido clave; sumado a los esfuerzos de entidades globales, empresas privadas y diversos sectores alrededor del mundo.
De acuerdo con la Alianza Cooperativa Internacional – ACI, el movimiento cooperativo, una de las redes empresariales más antiguas y grandes del mundo, fue el primer grupo de empresas a nivel mundial que apoyó y fue reconocido por los ODS, pues las cooperativas han jugado un papel relevante en el cumplimiento de dichos Objetivos, ya que su filosofía cobija valores y principios como la igualdad, equidad, solidaridad y la ayuda mutua; los cuales, sin duda, son el mejor vehículo para alcanzar la inclusión económica que, finalmente, permita el tan anhelado desarrollo sostenible.
El pasado 1 de julio, se celebró el Día Internacional de las Cooperativas, siendo la edición número 101 y bajo el eslogan “Cooperativas por el desarrollo sostenible”, motivo por el cual, estas entidades solidarias se han congregado para hacer sentir sus voces y demostrar el compromiso, esfuerzo y tesonera labor que hacen a diario, en aras de tejer, entre todos, un presente próspero y un futuro sostenible.
Esta fecha se convierte en el momento propicio para hacer una invitación a la unión, al liderazgo compartido y a la creación de alianzas estratégicas que permitan seguir aportando a la ejecución de la Agenda 2030, pues estamos a mitad de camino y es imperante continuar generando acciones enfocadas en el bienestar colectivo.
En esta tarea también los jóvenes estamos llamados a contribuir y es a través de la promoción, difusión y el fortalecimiento de iniciativas en pro de la consolidación del movimiento cooperativo que podremos aportar efectivamente al progreso de las regiones.
Lograr un mundo mejor y sostenible nos corresponde a todos y, por medio de modelos económicos promisorios, como el cooperativismo, es posible transformar, avanzar y edificar desde valores y principios comunes que nos conduzcan hacia una sociedad más justa, ecuánime y armónica.
Fuente: Elpais.com.co