Las cooperativas son un modelo de innovación en la gestión socioeconómica y empresarial. Así han sido caracterizadas desde sus origenes y así está diseñada su naturaleza como organización y como empresa.
Al señalar a las cooperativas como empresas sociales y de bienestar, se las reconoce como un tipo de organización social y económica distinta de las formas tradicionales de empresa mercantil.
Ambos modelos están orientados al desarrollo de actividades económicas y la provision de bienes y servicios. Sin embargo, las cooperativas comportan una esencia distinta, toda vez que centran su razón de ser en satisfacer necesidades de un colectivo humano, con intereses comunes, a partir de una forma de propiedad fundamentada en la democracia económica, un modelo de gestión basado en el autogobierno y un enfoque de desarrollo humano dirigido a la creación de valor social, económico, cultural y ambiental, todo ello a partir de sus fundamentos axiológios que centran su prioridad y propósito en el ser humano, en su bienestar y en la búsqueda del bien comun y la prosperidad colectiva.
La Recomendación sobre economía social y solidaria de la OCDE (junio 2022), señala que “La innovación social busca respuestas nuevas y costo-eficaces a los problemas de tipo social y de la sociedad y se refiere a nuevas soluciones dirigidas principalmente a mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades, al aumentar su bienestar y su inclusión social y económica. Tales soluciones pueden consistir en nuevos servicios, nuevos productos y nuevas relaciones con las partes interesadas”.
Entendida así la innovación social, se aprecia la convergencia plena entre dicha caracterización y el propósito esencial de una cooperativa.
Ahora, cuando la sociedad transita por un sendero de profundos cambios culturales, economicos, ambientales y políticos, surgen oportunidades para crear y consolidar otras formas de organización social, de emprendimientos y empresas que, como en el caso de las cooperativas y de la ESS vienen creciendo en dimensión e impacto y se ofrecen como soluciones sostenibles en el tiempo, creadoras de riqueza colectiva, comprometidas con el entorno, incluyentes y socialmente responsables.
Como referencia de lo que el modelo de innovación cooperativo y de ESS aporta a la construcción de una sociedad más justa, solidaria, próspera, equitativa y armónica, mencionamos algunos ámbitos de la innovación social en los que este tipo de organizaciones/empresas están avanzando en procura del bienestar colectivo:
- Finanzas éticas, inversiones de impacto social, financiación colectiva de proyectos sociales (crowdfunding social), crédito cooperativo, círculos de solidaridad económica.
- Cláusulas sociales y de ayuda mutua en los procesos de contratación publica, compras locales (púbicas y privadas), estímulos positivos a la asociatividad cooperativa y solidaria.
- Servicios sociales y comunitarios autogestionados, como soporte y desarrollo de políticas y programas sociales de los gobiernos nacionales y locales.
- Estructuras cooperativas para asociar el trabajo de jóvenes, mujeres y grupos focalizados de población, como vehículo de inserción laboral, primer trabajo/empleo, competencias, capacidad y formación para el trabajo, garantía de protección social integral y mecanismo de formalización progresiva de emprendimientos, empresas y empleo digno y sostenible.
- Producción y consumo cooperativo y solidario, cadenas y circuitos cortos de pro- sumo, circuitos verdes de producción, protección, conservación.
- Gestión cooperativa de servicios públicos, generacion de energías limpias, servicios de salud comunitaria y. local, mercados y acopios locales, economía digital (plataformas cooperativas).
- Evaluación social de resultados de la gestión cooperativa, balance social cooperativo – BSCoop. Métricas de impacto, sostenibilidad y transferencia de valor social cooperativo.
Carlos Ernesto Acero Sánchez
Presidente Ejecutivo
Confederación de Cooperativas de Colombia – Confecoop